Entrevista a la destacada actriz
Valeria Escandón: ‘El teatro es una manera de vivir el mundo’Viernes, 03 de mayo de 2013
'El Sistema Solar', obra escrita y dirigida por Mariana de Althaus, ha reunido a actores con distintas características, quienes han sabido entrar a la rigurosa dinámica que plantean sus personajes. Valeria Escandón, en escena es 'Paula', y aquí cuenta su regreso al teatro.
Zejo Cortez
¿Cómo así formaste parte del elenco que dirige Mariana de Althaus?
Antes de viajar a Londres (2004) me formé como clown en Bolaroja (doctura ‘rulitos’) y Mariana me llamó para hacer una obra, pero se me cruzaba con los ensayos del clown y mi viaje; entonces era muy difícil poder estar ahí. Le dije que no, pero me quedé con el bichito de hacer algo con ella. Desde Londres, y por Facebook, que es un mal necesario para la gente como nosotros, seguí un poco lo los trabajos que Mariana hizo después. Leía los comentarios, las críticas y el proceso creativo.
En mi maestría en Londres, nos enseñaban a los actores a empoderarnos… O sea, como actriz, como teatrera, como creador: con quién quiero trabajar y qué quiero hacer, en lugar de quedarme sentadita a que venga el director.
Entonces, estando en Londres, le escribí un correo a Mariana, contándole que estaba por regresar a Lima y que me había quedado con ganas de trabajar con ella. Creía que ella iba a estar muy ocupada, pero me respondió rápido y me dijo que nos tomemos un café, para conversar acerca de un proyecto nuevo.
Llegué un cinco de diciembre y una de las primeras cosas que hice fue decir ‘manos a la obra’ y nos juntamos el día que fui a ver Criadero (obra de De Althaus), conversamos, y luego me mandó un correo para que leyera uno de los personajes de la obra. Posteriormente, me llamó un día para que vaya a su casa, con la productora, para la lectura del personaje.
Me encantó el personaje. Además, sentía que quería empezar en Lima con algo chiquito, un personaje algo más introspectivo, como lo es Paula, quien tiene un largo viaje interno a través de la obra. Empezamos los ensayos y estrenamos, y ahora estamos volviendo a estrenar. Hacía tiempo que no trabajaba teatro tradicional, aquí, entre nos, un texto, un personaje…
Antes de viajar, ¿qué estuviste haciendo?
Trabajé en Bolaroja como clown de hospital, 3 años, pero no encontraba de qué manera trabajar con los niños. Algo propio, una mezcla mía y no creada por otros. Encontrar tu voz de poeta, algo tuyo… Entonces, hice una maestría de dos años en la que observé a un niño desde que nació hasta que cumplió dos años, que fue maravilloso para entender la base emocional del niño, el vínculo de prevención de salud mental… y, en esos años, fui ver teatro como una loca, del teatro de allá, que es increíble y muy diverso, y eso fue bueno.
¿Qué rumbos tomó tu carrera cuando terminastela maestría?
Me quise quedar, me abrieron la opción de la visa; entonces empecé a trabajar con niños entre uno y tres años a través del clown y el psicoanálisis. Conseguí chambas allá en eso, empecé a dictar clown, pero siempre con el bicho de venir a hacer algo aquí. Luego, con una plata que había ahorrado, pensé si era conveniente venir a Lima y comprarme un carro o algo, o meterme a hacer una maestría en teatro.
Obviamente, como teatrera, me fui por el lado del corazón y me metí unos años a una maestría avanzada de teatro para actores, directores, escritores… en los que chambeabas en diferentes grupos y, al final, armabas una compañía de teatro, como muestra de lo que se hace allá: todo funciona con compañías y te incitan, como actor o teatro, a que puedas vivir bien de esto.
Descubrí, también, que era un physical performer, que es como el clown… pues me encanta bailar, romper la cuarta pared... Me di mi gusto de hacer una obra que pusimos en algunos teatros de allá, con una chica de Luxemburgo y una australiana.
Sin embargo, quería venir a hacer teatro tradicional, pero de los textos ricos. Sobre todo, esta obra en la que tienes al público a una distancia donde comúnmente no los tienes. Como estaba acostumbrada al clown, las primeras funciones me costaba no mirar al público. En clown siempre mira, cuando haces una obra o cuando haces algo y nadie se ríe, igual volteas a mirar…
¿Qué diferencia encuentras entre el teatro que se practica en Londres con el de Lima?
La consciencia de la importancia del teatro y la cultura. El apoyo, no necesariamente de dinero, de ayuda. Si tú pruebas que tienes una compañía que realmente trabaja, se te apoya. Creo que nos llevan bastantes años en la búsqueda de crear distintas maneras de hacer teatro, de montar como se debe hacer, de contar una historia.
En Lima, veo más propuestas de cuando me fui. En Londres ves experiencias one to one, teatro uno a uno, interactivo, en el que entras donde un performer. Allá lo hacen desde hace tanto tiempo… También te preparan un poco más para ser gestor de tus propias actividades. Tenía un curso en la maestría que se llamaba presencia en la Web, y tenía que hacerme un blog, hacerme fotos profesionales, saber qué foto me conviene poner y qué no, qué quiero decir como actor y qué teatro quiero hacer.
Ahora, estoy enseñando clown en el TUC, y una de las primeras cosas que digo es: pregúntense esas cosas porque cuando sales, nadie te las va a preguntar. Promover el cuestionamiento, la apertura del espacio, etc. Aquí, hay potencia, pero también hay que abrirle la mente al espectador. Y, como público teatrero, hay que abrirle la mente a los espectadores.
Abrirle la mente, también, a algunos teatreros, por el egocentrismo que tienen…
Claro que sí, y es bien curioso el tema del ego. Todo actor o actriz se ha encontrado en el espejo con tu monstruito interior, que te jala… pues es una profesión que te confronta. Estás ahí por el público y no tanto para que te aplaudan.
¿Qué es el teatro para ti?
Una mezcla de cosas. Es una manera de vivir el mundo. Al ver, al hacer, es una manera de ver y vivir la vida desde tu conexión contigo, con quien eres, con qué te mueve, qué le mueve al otro, qué te está pasando; una conexión total al momento. También es una pasión que te genera todo tipo de emociones. Es juntarme con muchas personas en un fenómeno antropológico - social que empieza con uno y con el del costado. Cuando a un espectador le mueve algo… ¡ya está! Lo hiciste.
SOBRE VALERIA ESCANDÓN
Bachiller en Artes Escénicas de la Universidad Católica. En el 2002 entra a la Escuela Bolaroja para formarse como clown y trabaja como doctora clown.
Residió en Londres desde el 2005 hasta finales del 2011 donde estudia dos maestrías: Maestría en teatro de The Central School of Speech and Drama de Londres con especialización en actuación. Maestría en Estudios de Observación Psicoanalíticos de la Tavistock Centre de Londres.
En Londres forma la compañía de danza/teatro IN TRANSIT Theatre Company con quien se presenta en teatros y estaciones de trenes.
En el 2011 regresa a Lima y forma parte del elenco de la obra El Sistema Solar. Actualmente es profesora de clown en la Escuela de Teatro de la Universidad Católica (TUC) y dirige el Espacio de Juego para papás y niños en Como Jugando, Acompañamiento Temprano.
'El Sistema Solar', obra escrita y dirigida por Mariana de Althaus, ha reunido a actores con distintas características, quienes han sabido entrar a la rigurosa dinámica que plantean sus personajes. Valeria Escandón, en escena es 'Paula', y aquí cuenta su regreso al teatro.
Zejo Cortez
¿Cómo así formaste parte del elenco que dirige Mariana de Althaus?
Antes de viajar a Londres (2004) me formé como clown en Bolaroja (doctura ‘rulitos’) y Mariana me llamó para hacer una obra, pero se me cruzaba con los ensayos del clown y mi viaje; entonces era muy difícil poder estar ahí. Le dije que no, pero me quedé con el bichito de hacer algo con ella. Desde Londres, y por Facebook, que es un mal necesario para la gente como nosotros, seguí un poco lo los trabajos que Mariana hizo después. Leía los comentarios, las críticas y el proceso creativo.
En mi maestría en Londres, nos enseñaban a los actores a empoderarnos… O sea, como actriz, como teatrera, como creador: con quién quiero trabajar y qué quiero hacer, en lugar de quedarme sentadita a que venga el director.
Entonces, estando en Londres, le escribí un correo a Mariana, contándole que estaba por regresar a Lima y que me había quedado con ganas de trabajar con ella. Creía que ella iba a estar muy ocupada, pero me respondió rápido y me dijo que nos tomemos un café, para conversar acerca de un proyecto nuevo.
Llegué un cinco de diciembre y una de las primeras cosas que hice fue decir ‘manos a la obra’ y nos juntamos el día que fui a ver Criadero (obra de De Althaus), conversamos, y luego me mandó un correo para que leyera uno de los personajes de la obra. Posteriormente, me llamó un día para que vaya a su casa, con la productora, para la lectura del personaje.
Me encantó el personaje. Además, sentía que quería empezar en Lima con algo chiquito, un personaje algo más introspectivo, como lo es Paula, quien tiene un largo viaje interno a través de la obra. Empezamos los ensayos y estrenamos, y ahora estamos volviendo a estrenar. Hacía tiempo que no trabajaba teatro tradicional, aquí, entre nos, un texto, un personaje…
Antes de viajar, ¿qué estuviste haciendo?
Trabajé en Bolaroja como clown de hospital, 3 años, pero no encontraba de qué manera trabajar con los niños. Algo propio, una mezcla mía y no creada por otros. Encontrar tu voz de poeta, algo tuyo… Entonces, hice una maestría de dos años en la que observé a un niño desde que nació hasta que cumplió dos años, que fue maravilloso para entender la base emocional del niño, el vínculo de prevención de salud mental… y, en esos años, fui ver teatro como una loca, del teatro de allá, que es increíble y muy diverso, y eso fue bueno.
¿Qué rumbos tomó tu carrera cuando terminastela maestría?
Me quise quedar, me abrieron la opción de la visa; entonces empecé a trabajar con niños entre uno y tres años a través del clown y el psicoanálisis. Conseguí chambas allá en eso, empecé a dictar clown, pero siempre con el bicho de venir a hacer algo aquí. Luego, con una plata que había ahorrado, pensé si era conveniente venir a Lima y comprarme un carro o algo, o meterme a hacer una maestría en teatro.
Obviamente, como teatrera, me fui por el lado del corazón y me metí unos años a una maestría avanzada de teatro para actores, directores, escritores… en los que chambeabas en diferentes grupos y, al final, armabas una compañía de teatro, como muestra de lo que se hace allá: todo funciona con compañías y te incitan, como actor o teatro, a que puedas vivir bien de esto.
Descubrí, también, que era un physical performer, que es como el clown… pues me encanta bailar, romper la cuarta pared... Me di mi gusto de hacer una obra que pusimos en algunos teatros de allá, con una chica de Luxemburgo y una australiana.
Sin embargo, quería venir a hacer teatro tradicional, pero de los textos ricos. Sobre todo, esta obra en la que tienes al público a una distancia donde comúnmente no los tienes. Como estaba acostumbrada al clown, las primeras funciones me costaba no mirar al público. En clown siempre mira, cuando haces una obra o cuando haces algo y nadie se ríe, igual volteas a mirar…
¿Qué diferencia encuentras entre el teatro que se practica en Londres con el de Lima?
La consciencia de la importancia del teatro y la cultura. El apoyo, no necesariamente de dinero, de ayuda. Si tú pruebas que tienes una compañía que realmente trabaja, se te apoya. Creo que nos llevan bastantes años en la búsqueda de crear distintas maneras de hacer teatro, de montar como se debe hacer, de contar una historia.
En Lima, veo más propuestas de cuando me fui. En Londres ves experiencias one to one, teatro uno a uno, interactivo, en el que entras donde un performer. Allá lo hacen desde hace tanto tiempo… También te preparan un poco más para ser gestor de tus propias actividades. Tenía un curso en la maestría que se llamaba presencia en la Web, y tenía que hacerme un blog, hacerme fotos profesionales, saber qué foto me conviene poner y qué no, qué quiero decir como actor y qué teatro quiero hacer.
Ahora, estoy enseñando clown en el TUC, y una de las primeras cosas que digo es: pregúntense esas cosas porque cuando sales, nadie te las va a preguntar. Promover el cuestionamiento, la apertura del espacio, etc. Aquí, hay potencia, pero también hay que abrirle la mente al espectador. Y, como público teatrero, hay que abrirle la mente a los espectadores.
Abrirle la mente, también, a algunos teatreros, por el egocentrismo que tienen…
Claro que sí, y es bien curioso el tema del ego. Todo actor o actriz se ha encontrado en el espejo con tu monstruito interior, que te jala… pues es una profesión que te confronta. Estás ahí por el público y no tanto para que te aplaudan.
¿Qué es el teatro para ti?
Una mezcla de cosas. Es una manera de vivir el mundo. Al ver, al hacer, es una manera de ver y vivir la vida desde tu conexión contigo, con quien eres, con qué te mueve, qué le mueve al otro, qué te está pasando; una conexión total al momento. También es una pasión que te genera todo tipo de emociones. Es juntarme con muchas personas en un fenómeno antropológico - social que empieza con uno y con el del costado. Cuando a un espectador le mueve algo… ¡ya está! Lo hiciste.
SOBRE VALERIA ESCANDÓN
Bachiller en Artes Escénicas de la Universidad Católica. En el 2002 entra a la Escuela Bolaroja para formarse como clown y trabaja como doctora clown.
Residió en Londres desde el 2005 hasta finales del 2011 donde estudia dos maestrías: Maestría en teatro de The Central School of Speech and Drama de Londres con especialización en actuación. Maestría en Estudios de Observación Psicoanalíticos de la Tavistock Centre de Londres.
En Londres forma la compañía de danza/teatro IN TRANSIT Theatre Company con quien se presenta en teatros y estaciones de trenes.
En el 2011 regresa a Lima y forma parte del elenco de la obra El Sistema Solar. Actualmente es profesora de clown en la Escuela de Teatro de la Universidad Católica (TUC) y dirige el Espacio de Juego para papás y niños en Como Jugando, Acompañamiento Temprano.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/03-05-2013/valeria-escandon-el-teatro-es-una-manera-de-vivir-el-mundo
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