viernes, 28 de junio de 2013

A.A.A. Asociación de artistas aficionados.

                                         Ricardo Blume y Luis Álvarez en "Collacocha", una de las obras más recordadas de la A.A.A.

Imagen de la película La Lunareja, dirigida por Bernardo Roca Rey y estrenada en 1945.

La Asociación de Artistas Aficionados (AAA) cumple 75 años bregando por la cultura desde su sede del centro de Lima. Este es un breve recuento de su aporte a la historia del teatro nacional y de las figuras que pasaron por sus tablas.
Texto: Raúl Mendoza 
Fotografía: Archivo AAA 
Luis Álvarez, primer actor nacional, subió unas dos mil veces a un escenario a representar al ingeniero Echecopar en la obra "Collacocha" y en todas ellas fue ovacionado. Nadie como él para meterse en la piel de ese personaje pragmático y al mismo tiempo obsesivo. La obra de Enrique Solari Swayne fue estrenada a fines de la década del 50 por la Asociación de Artistas Aficionados (AAA) y tuvo un éxito sin precedentes. Con el tiempo se presentó en España, México, Uruguay y otros países, con igual suceso. Una obra recordable y recordada.
Como actor, director y maestro de nuevas generaciones de actores, Luis Álvarez estuvo muy ligado a la AAA desde esos años. Fue parte de numerosas puestas en escena y también de los autos sacramentales que esa institución cultural presentó –por primera vez en Lima– en el atrio de la Catedral y de la iglesia San Francisco. "Era una gran personalidad escénica, con una preparación técnica de lo más avanzada para su época", dijo de él Ricardo Blume, otro  gran primer actor nacional. 
Blume compartió escena con él en la recordada "Collacocha". Ahí fue el ingeniero Fernández, el personaje idealista y contrapuesto a Echecopar. Él llegó a los 20 años a la AAA y participó en varias obras bajo la dirección del recordado Ricardo Roca Rey, otra pieza clave en la historia de este grupo cultural. "Yo nací al teatro en esta casa (...) a la sombra de Ricardo, el grande", contó Blume en un texto que escribió cuando la institución cumplió 50 años de vida. Él y otras figuras de renombre formaron parte de la época de oro de la AAA en las décadas del 50 y el 60.
Ricardo no solo fue actor principal del elenco sino que jamás perdió el contacto con la institución ni aun cuando se fue a vivir a México en los años 70. Además de "Collacocha", actuó en los autos sacramentales "El hijo pródigo" y "El gran teatro del mundo", en varias obras de autores peruanos y extranjeros, y a su regreso al Perú en los años 80 le volvió a dar vida a la Escuela de Arte Dramático de la AAA. Con jóvenes actores, Blume montó "El taller", "Crímenes del corazón", "Raíces", y en 1986 presentó, en coproducción con el grupo Ensayo, "Emigrados", una obra exitosa y recordada hasta hoy.
Otro primer actor que se formó en la AAA fue Pablo Fernández. Él empezó cantando en el coro y después ingresó al elenco de teatro, donde "despuntó con su poderosa voz escénica y sus modales naturales", según una semblanza de la propia institución. La lista de actores y directores que pasaron por la AAA es muy larga. Están nombres como Saby Kamalich, Elva Alcandré, Jorge Montoro, Hernán Romero, Eddy Blume, Elvira de la Puente, Orlando Sacha o Luis Peirano, el actual ministro de Cultura, entre los más conocidos. 
Pero la AAA no solo impulsó el teatro desde su tradicional sede en jirón Ica 323, en el Cercado –una casona acogedora y con historia–, sino que también incursionó en el ballet, el canto coral y hasta en el cine. En 1945 estrenó la película La Lunareja, con la producción y dirección de Bernardo Roca Rey, y que protagonizaron María Rivera y Ricardo Roca Rey. Fue un esfuerzo pionero que no volvieron a intentar pero que se reconoce en varios libros del extranjero cuando se refieren al cine de comienzos del siglo pasado en el Perú.
Ya en la década de los 90 hubo un periodo de producción exiguo y además el centro de Lima perdió interés para los aficionados al teatro. Desde el 2000 en adelante se hizo cargo de la dirección de la institución Ximena Arroyo, hija de la actriz Sonia Seminario, que también forma parte de la gran historia de la AAA. Sonia fue protagonista en los años 60 de "El diario de Ana Frank" y este año celebró sus 60 años en la actuación presentando "La eternidad en sus ojos", en el teatro del jirón Ica, el inmueble que la institución ha ocupado todo este tiempo pero que no le pertenece.
Ellas son hoy las herederas de ese sueño que hace 75 años alumbraron tres amigos: Alejandro Miro Quesada, Manuel Solari Swayne y Percy Gibson, y que apoyaron otras personalidades del quehacer artístico como Chabuca Granda o "Mocha" Graña, quien durante décadas hizo el vestuario de las obras. "Son 75 años que la AAA ha luchado por promover la cultura con escasos recursos y contra todos los obstáculos", dice Ximena Arroyo. Ahora, celebrando su aniversario, presentan "Yerma, mujer que no se habita", los sábados y domingos de junio. Un clásico a la altura de su trayectoria.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/16-06-2013/la-aaa-vidas-consagradas-a-la-actuacion






sábado, 1 de junio de 2013

PERÚ JA JA...teatro sobre la historia del Perú


Teatro

Carlos Carlín, Christian Ysla y Pablo Saldarriaga vuelven con la comedia 'El Perú Ja Ja' Sabado, 01 de junio de 2013


El estreno es el miércoles 12 de junio.
Los textos escolares cual ladrillos de papel y las soporíferas lecciones de algunos profesores de voz monocorde, nos hicieron creer, cuando éramos escolares inquietos, que nuestra historia era gris y aburrida, repleta de nombres, lugares y fechas por memorizar. Sin embargo, gracias a Carlos CarlínChristian Ysla y Pablo Saldarriaga se puede ser testigos de lo contrario.
El trío se une nuevamente en uno de los mayores éxitos del teatro peruano  “El Perú Ja Ja”,  la irreverente obra en la que tres personajes son llevados por un viaje a través de la historia del Perú.
Allí se convertirán en conquistadores y conquistados, inquisidores y santos, virreyes e indios; pasaran de ser héroes de la independencia a caudillos militares, de gozar de la riqueza del guano a sufrir la derrota en la Guerra con Chile; y finalmente entre gustos y disgustos, intentar sobrevivir al vertiginoso y convulsionado siglo XXI.
Aclamada como una de las puestas en escena más divertidas que se han dado en el teatro peruano, nos invita a repasar nuestra historia, en ocasiones amarga y problemática, con el infalible acompañamiento de la risa.
“El Perú Ja Ja” se presentará bajo el sello de excelencia de Los Productores y cuenta con la dirección de la genial y multifacética Rocío Tovar, también responsable de “El Perú Ja Ja 2: Los peruanos contraatacan”, “Shake William Shake”, “Tu Lima” y “La Tía de Carlos”, entre otras. Egresada de la facultad de Comunicaciones de la Universidad de Lima, Rocío realizó un master en la USP de Sao Paulo, ciudad donde dirigió “Cuarteto” de Helner Mütler (1994-1995) y  “Andaluz ópera performática” (1997).
La obra se estrena el miércoles 12 de junio  al 15 de julio en el Teatro Peruano Japonés (Av. Gregorio Escobedo 803). Las funciones, con lunes populares, van de jueves a sábado a las 8:30 pm y domingos a las 7 pm, durante junio, y de jueves a lunes a las 8:30 pm y domingos a las 7 pm en todo julio.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/01-06-2013/carlos-carlin-christian-ysla-y-pablo-saldarriaga-en-comedia-el-peru-ja-ja


VALERIA ESCANDÓN


Entrevista a la destacada actriz

Valeria Escandón: ‘El teatro es una manera de vivir el mundo’Viernes, 03 de mayo de 2013 



'El Sistema Solar', obra escrita y dirigida por Mariana de Althaus, ha reunido a actores con distintas características, quienes han sabido entrar a la rigurosa dinámica que plantean sus personajes. Valeria Escandón, en escena es 'Paula', y aquí cuenta su regreso al teatro.
Zejo Cortez
¿Cómo así formaste parte del elenco que dirige Mariana de Althaus? 
Antes de viajar a Londres (2004) me formé como clown en Bolaroja (doctura ‘rulitos’) y Mariana me llamó para hacer una obra, pero se me cruzaba con los ensayos del clown y mi viaje; entonces era muy difícil poder estar ahí. Le dije que no, pero me quedé con el bichito de hacer algo con ella. Desde Londres, y por Facebook, que es un mal necesario para la gente como nosotros, seguí un poco lo los trabajos que Mariana hizo después. Leía los comentarios, las críticas y el proceso creativo. 
En mi maestría en Londres, nos enseñaban a los actores a empoderarnos… O sea, como actriz, como teatrera, como creador: con quién quiero trabajar y qué quiero hacer, en lugar de quedarme sentadita a que venga el director.
Entonces, estando en Londres, le escribí un correo a Mariana, contándole que estaba por regresar a Lima y que me había quedado con ganas de trabajar con ella. Creía que ella iba a estar muy ocupada, pero me respondió rápido y me dijo que nos tomemos un café, para conversar acerca de un proyecto nuevo.
Llegué un cinco de diciembre y una de las primeras cosas que hice fue decir ‘manos a la obra’ y nos juntamos el día que fui a ver Criadero (obra de De Althaus), conversamos, y luego me mandó un correo para que leyera uno de los personajes de la obra. Posteriormente, me llamó un día para que vaya a su casa, con la productora, para la lectura del personaje. 
Me encantó el personaje. Además, sentía que quería empezar en Lima con algo chiquito, un personaje algo más introspectivo, como lo es Paula, quien tiene un largo viaje interno a través de la obra. Empezamos los ensayos y estrenamos, y ahora estamos volviendo a estrenar. Hacía tiempo que no trabajaba teatro tradicional, aquí, entre nos, un texto, un personaje…
Antes de viajar, ¿qué estuviste haciendo?
Trabajé en Bolaroja como clown de hospital, 3 años, pero no encontraba de qué manera trabajar con los niños. Algo propio, una mezcla mía y no creada por otros. Encontrar tu voz de poeta, algo tuyo… Entonces, hice una maestría de dos años en la que observé a un niño desde que nació hasta que cumplió dos años, que fue maravilloso para entender la base emocional del niño, el vínculo de prevención de salud mental… y, en esos años, fui ver teatro como una loca, del teatro de allá, que es increíble y muy diverso, y eso fue bueno. 
¿Qué rumbos tomó tu carrera cuando terminastela maestría?
Me quise quedar, me abrieron la opción de la visa; entonces empecé a trabajar con niños entre uno y tres años a través del clown y el psicoanálisis. Conseguí chambas allá en eso, empecé a dictar clown, pero siempre con el bicho de venir a hacer algo aquí. Luego, con una plata que había ahorrado, pensé si era conveniente venir a Lima y comprarme un carro o algo, o meterme a hacer una maestría en teatro. 
Obviamente, como teatrera, me fui por el lado del corazón y me metí unos años a una maestría avanzada de teatro para actores, directores, escritores… en los que chambeabas en diferentes grupos y, al final, armabas una compañía de teatro, como muestra de lo que se hace allá: todo funciona con compañías y te incitan, como actor o teatro, a que puedas vivir bien de esto.  
Descubrí, también, que era un physical performer, que es como el clown… pues me encanta bailar, romper la cuarta pared... Me di mi gusto de hacer una obra que pusimos en algunos teatros de allá, con una chica de Luxemburgo y una australiana. 
Sin embargo, quería venir a hacer teatro tradicional, pero de los textos ricos. Sobre todo, esta obra en la que tienes al público a una distancia donde comúnmente no los tienes. Como estaba acostumbrada al clown, las primeras funciones me costaba no mirar al público. En clown siempre mira, cuando haces una obra o cuando haces algo y nadie se ríe, igual volteas a mirar… 
¿Qué diferencia encuentras entre el teatro que se practica en Londres con el de Lima?
La consciencia de la importancia del teatro y la cultura. El apoyo, no necesariamente de dinero, de ayuda. Si tú pruebas que tienes una compañía que realmente trabaja, se te apoya. Creo que nos llevan bastantes años en la búsqueda de crear distintas maneras de hacer teatro, de montar como se debe hacer, de contar una historia.
En Lima, veo más propuestas de cuando me fui. En Londres ves experiencias one to one, teatro uno a uno, interactivo, en el que entras donde un performer. Allá lo hacen desde hace tanto tiempo… También te preparan un poco más para ser gestor de tus propias actividades.  Tenía un curso en la maestría que se llamaba presencia en la Web, y tenía que hacerme un blog, hacerme fotos profesionales, saber qué foto me conviene poner y qué no, qué quiero decir como actor y qué teatro quiero hacer. 
Ahora, estoy enseñando clown en el TUC, y una de las primeras cosas que digo es: pregúntense esas cosas porque cuando sales, nadie te las va a preguntar. Promover el cuestionamiento, la apertura del espacio, etc. Aquí, hay potencia, pero también hay que abrirle la mente al espectador. Y, como público  teatrero, hay que abrirle la mente a los espectadores.
Abrirle la mente, también, a algunos teatreros, por el egocentrismo que tienen…
Claro que sí, y es bien curioso el tema del ego. Todo actor o actriz se ha encontrado en el espejo con tu monstruito interior, que te jala… pues es una profesión que te confronta. Estás ahí por el  público y no tanto para que te aplaudan. 
¿Qué es el teatro para ti?
Una mezcla de cosas.  Es una manera de vivir el mundo. Al ver, al hacer, es una manera de ver y vivir la vida desde tu conexión contigo, con quien eres, con qué te mueve, qué le mueve al otro, qué te está pasando; una conexión total al momento. También es una pasión que te genera todo tipo de emociones. Es juntarme con muchas personas en un fenómeno antropológico - social que empieza con uno y con el del costado. Cuando a un espectador le mueve algo… ¡ya está! Lo hiciste.
SOBRE VALERIA ESCANDÓN
Bachiller en Artes Escénicas de la Universidad Católica. En el 2002 entra a la Escuela Bolaroja para formarse como clown y trabaja como doctora clown.
Residió en Londres desde el 2005 hasta finales del 2011 donde estudia dos maestrías: Maestría en teatro de The Central School of Speech and Drama de Londres con especialización en actuación. Maestría en Estudios de Observación Psicoanalíticos de la Tavistock Centre de Londres.
En Londres forma la compañía de danza/teatro IN TRANSIT Theatre Company con quien se presenta en teatros y estaciones de trenes.
En el 2011 regresa a Lima y forma parte del elenco de la obra El Sistema Solar. Actualmente es profesora de clown en la Escuela de Teatro de la Universidad Católica (TUC) y dirige el Espacio de Juego para papás y niños en Como Jugando, Acompañamiento Temprano.
'El Sistema Solar', obra escrita y dirigida por Mariana de Althaus, ha reunido a actores con distintas características, quienes han sabido entrar a la rigurosa dinámica que plantean sus personajes. Valeria Escandón, en escena es 'Paula', y aquí cuenta su regreso al teatro.
Zejo Cortez
¿Cómo así formaste parte del elenco que dirige Mariana de Althaus? 
Antes de viajar a Londres (2004) me formé como clown en Bolaroja (doctura ‘rulitos’) y Mariana me llamó para hacer una obra, pero se me cruzaba con los ensayos del clown y mi viaje; entonces era muy difícil poder estar ahí. Le dije que no, pero me quedé con el bichito de hacer algo con ella. Desde Londres, y por Facebook, que es un mal necesario para la gente como nosotros, seguí un poco lo los trabajos que Mariana hizo después. Leía los comentarios, las críticas y el proceso creativo. 
En mi maestría en Londres, nos enseñaban a los actores a empoderarnos… O sea, como actriz, como teatrera, como creador: con quién quiero trabajar y qué quiero hacer, en lugar de quedarme sentadita a que venga el director.
Entonces, estando en Londres, le escribí un correo a Mariana, contándole que estaba por regresar a Lima y que me había quedado con ganas de trabajar con ella. Creía que ella iba a estar muy ocupada, pero me respondió rápido y me dijo que nos tomemos un café, para conversar acerca de un proyecto nuevo.
Llegué un cinco de diciembre y una de las primeras cosas que hice fue decir ‘manos a la obra’ y nos juntamos el día que fui a ver Criadero (obra de De Althaus), conversamos, y luego me mandó un correo para que leyera uno de los personajes de la obra. Posteriormente, me llamó un día para que vaya a su casa, con la productora, para la lectura del personaje. 
Me encantó el personaje. Además, sentía que quería empezar en Lima con algo chiquito, un personaje algo más introspectivo, como lo es Paula, quien tiene un largo viaje interno a través de la obra. Empezamos los ensayos y estrenamos, y ahora estamos volviendo a estrenar. Hacía tiempo que no trabajaba teatro tradicional, aquí, entre nos, un texto, un personaje…
Antes de viajar, ¿qué estuviste haciendo?
Trabajé en Bolaroja como clown de hospital, 3 años, pero no encontraba de qué manera trabajar con los niños. Algo propio, una mezcla mía y no creada por otros. Encontrar tu voz de poeta, algo tuyo… Entonces, hice una maestría de dos años en la que observé a un niño desde que nació hasta que cumplió dos años, que fue maravilloso para entender la base emocional del niño, el vínculo de prevención de salud mental… y, en esos años, fui ver teatro como una loca, del teatro de allá, que es increíble y muy diverso, y eso fue bueno. 
¿Qué rumbos tomó tu carrera cuando terminastela maestría?
Me quise quedar, me abrieron la opción de la visa; entonces empecé a trabajar con niños entre uno y tres años a través del clown y el psicoanálisis. Conseguí chambas allá en eso, empecé a dictar clown, pero siempre con el bicho de venir a hacer algo aquí. Luego, con una plata que había ahorrado, pensé si era conveniente venir a Lima y comprarme un carro o algo, o meterme a hacer una maestría en teatro. 
Obviamente, como teatrera, me fui por el lado del corazón y me metí unos años a una maestría avanzada de teatro para actores, directores, escritores… en los que chambeabas en diferentes grupos y, al final, armabas una compañía de teatro, como muestra de lo que se hace allá: todo funciona con compañías y te incitan, como actor o teatro, a que puedas vivir bien de esto.  
Descubrí, también, que era un physical performer, que es como el clown… pues me encanta bailar, romper la cuarta pared... Me di mi gusto de hacer una obra que pusimos en algunos teatros de allá, con una chica de Luxemburgo y una australiana. 
Sin embargo, quería venir a hacer teatro tradicional, pero de los textos ricos. Sobre todo, esta obra en la que tienes al público a una distancia donde comúnmente no los tienes. Como estaba acostumbrada al clown, las primeras funciones me costaba no mirar al público. En clown siempre mira, cuando haces una obra o cuando haces algo y nadie se ríe, igual volteas a mirar… 
¿Qué diferencia encuentras entre el teatro que se practica en Londres con el de Lima?
La consciencia de la importancia del teatro y la cultura. El apoyo, no necesariamente de dinero, de ayuda. Si tú pruebas que tienes una compañía que realmente trabaja, se te apoya. Creo que nos llevan bastantes años en la búsqueda de crear distintas maneras de hacer teatro, de montar como se debe hacer, de contar una historia.
En Lima, veo más propuestas de cuando me fui. En Londres ves experiencias one to one, teatro uno a uno, interactivo, en el que entras donde un performer. Allá lo hacen desde hace tanto tiempo… También te preparan un poco más para ser gestor de tus propias actividades.  Tenía un curso en la maestría que se llamaba presencia en la Web, y tenía que hacerme un blog, hacerme fotos profesionales, saber qué foto me conviene poner y qué no, qué quiero decir como actor y qué teatro quiero hacer. 
Ahora, estoy enseñando clown en el TUC, y una de las primeras cosas que digo es: pregúntense esas cosas porque cuando sales, nadie te las va a preguntar. Promover el cuestionamiento, la apertura del espacio, etc. Aquí, hay potencia, pero también hay que abrirle la mente al espectador. Y, como público  teatrero, hay que abrirle la mente a los espectadores.
Abrirle la mente, también, a algunos teatreros, por el egocentrismo que tienen…
Claro que sí, y es bien curioso el tema del ego. Todo actor o actriz se ha encontrado en el espejo con tu monstruito interior, que te jala… pues es una profesión que te confronta. Estás ahí por el  público y no tanto para que te aplaudan. 
¿Qué es el teatro para ti?
Una mezcla de cosas.  Es una manera de vivir el mundo. Al ver, al hacer, es una manera de ver y vivir la vida desde tu conexión contigo, con quien eres, con qué te mueve, qué le mueve al otro, qué te está pasando; una conexión total al momento. También es una pasión que te genera todo tipo de emociones. Es juntarme con muchas personas en un fenómeno antropológico - social que empieza con uno y con el del costado. Cuando a un espectador le mueve algo… ¡ya está! Lo hiciste.
SOBRE VALERIA ESCANDÓN
Bachiller en Artes Escénicas de la Universidad Católica. En el 2002 entra a la Escuela Bolaroja para formarse como clown y trabaja como doctora clown.
Residió en Londres desde el 2005 hasta finales del 2011 donde estudia dos maestrías: Maestría en teatro de The Central School of Speech and Drama de Londres con especialización en actuación. Maestría en Estudios de Observación Psicoanalíticos de la Tavistock Centre de Londres.
En Londres forma la compañía de danza/teatro IN TRANSIT Theatre Company con quien se presenta en teatros y estaciones de trenes.
En el 2011 regresa a Lima y forma parte del elenco de la obra El Sistema Solar. Actualmente es profesora de clown en la Escuela de Teatro de la Universidad Católica (TUC) y dirige el Espacio de Juego para papás y niños en Como Jugando, Acompañamiento Temprano.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/03-05-2013/valeria-escandon-el-teatro-es-una-manera-de-vivir-el-mundo